Mas que una aventura, un amor
- Andres Felipe Gomez Montoya
- 9 nov 2023
- 1 Min. de lectura
Pasábamos todas las noches de descanso jugando ajedrez, en realidad yo no jugaba, más bien me perdía en sus ojos, sus miradas y sus sonrisas, estaba perdidamente enamorado. Durante el día salíamos a explorar y buscar formas para ayudar a las comunidades o pequeños grupos de personas, enfocados en acabar con el mal y defender la justicia. Mis tres compañeros y yo nos juramos lealtad y nos apoyamos constantemente, pero ese estado enaltecido de amor y pasión en el que permanecí por ella me hacía ignorar las miradas envidiosas de Kali nuestro líder.
Las grandes llamas consumen el granero desde sus cimientos e iluminan la noche, estoy parado mirando el humo subir hasta las estrellas y me detengo a pensar como pude ignorar las señales, la rabia llena mi corazón mientras con fuerza empuño la ficha de ajedrez en forma de reina, esta que le había regalado a ella como muestra de mi amor. A mis pies el cuerpo sin vida de Arthur, asesinado por la avaricia y la envida que dieron fuerzas y empujaron la mano de Kali para atacar por la espalda y atravesar su corazón con una daga y asesinar nuestro vinculo.
El granero desaparece tras varias horas de arder en llamas, las lágrimas recorren mi rostro y caen sobre la figurita que sostengo en mis manos como si fuera lo único que me resta de ella, el fuego termina por consumir todo, en el fuego nos purificamos.
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